Blogoteca 20 Minutos

jueves, 7 de junio de 2012

Bailando. (3ª Parte)


(viene de "Bailando". 2ª Parte)

Porque, si el poligonero hortera ese hijo de su madre cantora (la de la receta del pollo) puede, por el amor de dios, no me jodas, que yo también, y encima con un ojo con conjuntivitis y una mano atada a la espalda. Vamos, hombre. Un tío como yo que ha sido acid man. Que ha bailado el caranbirubí en Trocadero. Que ha llorado escuchando a Sinitta y se le han puesto los pelos de punta con el Bolero. Por favor.

Lo primero que hice para ponerme al día: leer mucho. Leer a todas horas. Informarme. Información es igual a conocimiento. Hay que leer mucho. Hay que culturizarse. Primera parada, por tanto, Paco El Kioskero.

- Paco, ¿tú tienes por ahí alguna revista que hable de diyeis?
- ¿De qué?
- De diyeis, coño. De música. De pim, que pam, que me vengo, que me voy. Ya sabes. ¿Tú no te acuerdas de las ruedas de mi coche y de las pastillas rojas, verdes y amarillas?
- ¿Estás bien, Chumoski?
- Prefetamente, Paco.
- Tengo dos de esas. Además regalan DVD.
- ¿A cuánto el kilo?
- 6 euros.
- Su puta madre. Venga, dame también el Cuore. Que le estoy viendo desde aquí el bullati a la Malena y me estoy poniendo tierno.

Me las leí de arriba a abajo. Empezando por el editorial y acabando por el registro en la propiedad de no sé qué. A todas horas. Desayunando, comiendo, cenando, cagando (por supuesto) y bajo la ducha metidas en una bolsa de plástico. De tanto en tanto descansaba, ojeaba el Cuore, me relajaba sexualmente, y a seguir. Cuando acabé la lectura ya tenía claros varios puntos. Uno: qué es lo que necesitaba para hacerme, de nuevo, y como dios manda, un Diyei de bien. Profesional. Y dos: ahora entiendo porque al Puyi le fallaron las rodillas esta Liga pasada. Lo dejó sin líquido de frenos. La Malena.

Complementé la instrucción con un par de sesiones de Youtube donde encontré documentos visuales muy interesantes que me ayudaron mucho. El primer documento era de un ecuatoriano que explicaba cómo acompasar dos canciones dándole a un botón. Pero se escuchaba muy mal (al ecuatoriano). Parecía que hablara con un vaso en la boca y encima de corrillo. No me enteré un carajo, pero me fijé mucho, como los mochuelos, en los cacharros y el ordenador y su equipación. Y el otro documento era un vídeo nuevo de una tremenda negra que se liaba con...., bueno, esto creo que no importa ahora.

Y por último me dediqué, cada Sábado noche, a patearme las mejores salas y los mejores clubes de Santa Coloma de Gramanet, para empaparme un poco, básicamente, de cómo se trabaja ahora y qué es lo que se cuece en el panorama musical actual. Para mi sorpresa, nada de Chichos, ni de Chunguitos, ni del Fary. Ni siquiera los Amigos de Gines. Nada. Pero lo más increíble de todo: nada de trance, de progresivo, ni de makineo. Las pastillas de colores, eso si, aún están. Que no falten. Ahora, por lo visto, se pone mucho una que se llama tacatá dale mamasita. Una mierda descomumal, claro. Pero a la gente parece gustarle. Y en todos lados suena el tío ese calvo de las gafas de sol. Debe ser el Rick Asly actual. Me sentía un poco como Torrente. Pero como esto lo llevo en la sangre, y hay que ser profesional, tampoco me supuso un drama.

Luego las cabinas de los diyeis... todas llenas de cacharros llenos de lucecitas... con dos o tres portatiles enchufaos... un foyón de tres pares, entiéndeme lo que te digo, no sé para qué si luego el diyei en realidad solo usa dos botones (uno para cada canción, supongo).  No sé, me quedé muy pillao.

- Ponme una de Jason Donovan, tionen, que hoy estoy romántico - le digo al colega aprovechando que hacía un descanso y bebía de una botellita de agua.
- ¿Eingg? ¿De quién?
- De aquel que mataba lagartos con Michael Ironside. Oye, ¿por qué tienes tantos cacharros con tantas lucecitas si al final resulta que solo usas dos botones y un ratón de esos de portátil?
- ¿Einng? Pues no sé.
- ¿Págate un cubata, no?
- Claro. Ves y pídeselo a la rubia de aquella barra.
- Gracias, chato. Oye, ¿no me harás como el Dj Postigo, eh?
- ¿El Dj quién?
- Que como la rubia se haga la sueca con el cubata y luego tú te hagas el longui, vengo y te crujo. Tú mentiendes lo que te digo.
- No, no, ves tranquilo. Me caes bien.
- Oye, nen, muchas gracias - le estreché la mano y tal. Él con el otro dedo seguía pinchando - Y qué te iba a decir... ¿de Mike Platinas se sabe algo?
- ¿De quién?.
- (maldito perro ignorante...) - mascullé entre dientes mientras le hacía la señal de la victoria y con la otra me palmeaba el pecho como Andy y Lucas.

Está la cosa muy mal. No me convence la música actual. Me resultan extrañas las plataformas de los diyeis. Son como las del Capitán Pickard. Y la rubia tenía novio de esos de Mujeres, Pablitos y Viceversa. Pero me hinqué tres cubatas por la patilla y, tras mi proceso de investigación, finalmente, logré tener claro el asunto hace un par de semanas. Faltaba el material.

- José Luís, ¿me acompañas?
- ¿Dónde vas?
- Al Media Mark.
- Vale. ¿Llamo al Tirilla?
- No, no, no. Ni hablar.
- Pero si es muy buena gente, Chumoski. Tiene un corazón de oro.
- Ya lo sé, pero es que en el Media Mark tienen su foto pegada al lado de las Cajas, nen.

TO BE CONTINUED.

No hay comentarios: