Blogoteca 20 Minutos

lunes, 17 de septiembre de 2012

Bailando. ( 4º y FÍN)


(viene de "Bailando". 3ª Parte)

- Buenas tardes.
- Buenas tardes, caballeros.
- Mire usted, yo acabo de cobrar la Paga de Verano, usted mentiende, este chavalote que está manoseando la PS3 es mi amigo José Luís, y vengo aquí, de buena voluntad y por mi propio pie, a equiparme profesionalmente como es debido.
- ¿A equiparse para qué, caballero?
- Soy diyei.

Me pareció ver que el dependiente hacía un gesto de hastío, pero no quise echarle cuentas y supuse que era debido al "festivo" ambiente reinante. El Media Marc celebraba sus días esos especiales de "a precio de coste", sin IVA, sin aranceles portuarios, y sin vergüenza alguna cómpramelo reina que están dulces como la miel. Quicir con esto que aquella tarde de Sábado parecía un comercio tomado por una horda muy numerosa de zombis. Pasillos infestados de zombis. Con olores y ropajes variopintos. De todas las edades. A mí, que soy una persona sensible, estas situaciones no me van nada bien, porque luego me dan cólicos nefertíticos de los nervios que acumulo. Lo paso muy mal. Mucho.

- Esto es una controladora para Traktor último modelo, de Pioneer.
- Ah.
- ¿O prefiere usted Cdj's?
- ¿Cómo?
- Esto de aquí. Los cdj's vienen a ser emuladores del vinilo. Y con esto, con la controladora, vendría usted a emular a los cdj's. Básicamente.
- Ah. Está muy bien. De verdad que sí. Y qué buena pinta hacen, ojo. Y dígame... ¿A cuánto el kilo?
- Estos Cdj's en cuestión son muy buenos. De pioneer. El modelo 900. Salen a 1.270.- euros, caballero.
- ¿Los dos?
- No. Cada uno de ellos.
- Ah, claro, uno para cada canción. Entiendo, entiendo. ¿Y la controladora esa?
- 900.- euros.
- 900.- euros, dice... ya... 900.- euros. Para coger luego y poner el Tacatá.
- Perdone, ¿cómo dice?
- Nada, cosas mías. A ver, espere un momento, por favor, que voy a consultarlo con el José Luís, que lo he dejado echándose una partida a la cónsola ahí atrás, y vengo en seguida.
- Por supuesto.

Salí a la puerta y me encendí un cigarro. Le di una larga calada al Lucky. Profunda. Meditativa. Es mucho dinero, Paco, me dije, pero luego piensa que con un par de buenos banquetes de comunión o bautizo, entre la pasta del bolo y las propinillas igual lo recuperas. Eso si no te escucha algún director de alguna cadena autonómica y te ficha para una emisora dance de esas que repiten muchos las promos con voz de machote con eco y efectos de repetición. PA-PA-PAPAPACOOO CHU-MOSSS-KI... LOVES YOU, BABY.

- Oiga, qué le iba a decir... ¿No tendrá algo más sencillico? Mire, entre nosotros, tampoco es que sea diyei diyei profesional como el David Jeta, entiéndame lo que le digo. Que es que yo soy más de Mallorca que no de Ibiza, usted mentiende.
- Tenemos esta otra controladora. Más pequeñita.
- ¿Cual es su delito?
- 140.- euros. Es una Hércules.

Coño... 140.- euros... y llamándose Hércules no puede ser mala. Esta es la mía, pensé. Un vocerío por encima de la multitud me sobresaltó hasta el punto de estremecerme ligeramente.

- PACOOO!!! PACO, VEN!!! QUE HE PASAO DE NIVEL, NEN!!! MIRA ESTO!!!

Este tío es anormal. Le hice gestos al José Luís indicándole que un momentito, que ahora iba, y me dirigí de nuevo al dependiente.

- Me llevo dos.
- ¿Perdone?
- Dos Hércules de estas. Una para cada canción, claro.

Tras unos momentos de indecisión el dependiente me aclaró un poco el funcionamiento de la controladora Hércules. Resultó que con una había bastante, en principio. Me puse muy contento.

- ¿Tiene usted ordenador, caballero?
- No. Quiero decir, en casa ahora mismo no. Pero abajo tengo un consultorio de esos de llamadas internacionales que lo lleva el Edwin, un chaval muy majo, sabe usted, de Ecuador. Tendría que ver qué cabeza tiene. Yo siempre le hago broma. Que si llovieran gorras. Que si hubiera que hacerle un sombrero-paja. Que si no veas el peluquero. Es muy buena gente, y aparte de cabeza para traer a Spiderman por el camino de la amargura, tiene también dos docenas de ordenadores.

En resumidas cuentas..., fui a equiparme para diyei, y salí equipado con una controladora Hércules, si, pero también con un HP Pavillion muy ajustadico de precio. Desde entonces pinchar, lo que se dice pinchar, algo se ha hecho. Una boda en L'Hospitalet, donde la novia me hizo una churrupaílla en los lavabos de mujeres (así me sonaba su cara...; resultó ser una antigua vecina del barrio con la que tonteaba de chico). Su cuñada nos pilló y se montó una buena. El novio sabía Muay Thai. Y luego en una comunión (dejé las bodas). Todo muy inocente en principio. Yo preparado con mi Hércules y mis cd's de Miliki y de Teresa Rabal, y en pleno Baile de los Gorilas al Tiet de la criatura, con dos botellas de Rioja encima y previamente seis tubos de cerveza (que yo soy de Soria, joder!!!), le da por subirse a horcajadas encima de la abuela nonagenaria de la chiquilla. La abuela que, tras un sonoro crujido, como de rasgar ropa vieja, se parte en dos en medio de la pista. Los intestinos desparramaos. La mitad de la abuela manoseando el suelo babeando palabras ininteligibles para un ser humano que haya estudiado E.G.B. El hombre gritando de un lado para otro: Ha sido sin querer, ha sido sin querer, joder que yo también me he asustao...!!!!! En fín, para qué te cuento. Otro bolo sin cobrar. Total Fail.

Lo dejé estar. La gente, que no está preparada. Pero no todo van a ser fatalidades. Gracias a esta afición bendita que me ha hecho invertir en un portátil he descubierto otros mundos. Concretamente Twitter y Facebook. Aunque a mí lo que más me gusta son los chats esos del Darling y el Conecting People ese.

Vuelvo a creer en el amor.

Gracias a los diyeis.

Eh... y sin pagar.

Bendiciones.


FÍN CREPUSCULAR.


NOTA: Esta barrabasada compuesta por varias partes toma el título de la mítica canción de Alaska y Los Pegamoides llamada "Bailando", y está dedicada a todos los Dj's del mundo que ya eran (y siguen siendo) auténticos melómanos desde que se alimentaban de la placenta de sus benditas madres. Que aúnan vocación y profesión. Que derrochan sabiduría musical por los cuatro costados. Y que han sabido adaptarse a la evolución tecnológica sin perder un ápice de buen hacer. Con Sync, sin Sync, con vinilo, con cd y si hace falta con una mano a la espalda.

En especial a la Escuela de Megamixes y sus componentes, amateurs y profesionales.


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