Blogoteca 20 Minutos

lunes, 9 de septiembre de 2013

THE MAXILOFACIAL HISTORY. Last Chapter.

(viene de THE MAXILOFACIAL HISTORY. Cap. 2)

- Enfermera, ese negro muy negro tiene un caso severo de almorranas.
- ¿Qué negro?
- Este - le dije descorriendo la cortinilla que nos separaba -. Mire y verá cómo le asoma el pellejo de una. Ocurre que no sabe expresarse muy bien y por eso yo la informo de lo poco que he entendido.

El negro muy negro en seguida recuperó su posición original en su camastro y me dedicó una mirada de indignación. La Enfermera Boss obvió mi comentario, giró a ras derecha curva cerrada la silla mecánica en el corto espacio entre mi camilla y el pasillito del Box, y me llevó hacia la Sala de Torturas con la vía intravenosa dando coletazos. Los ecos de indignación del negro resonaban por los pasillos encerados en verde. "MENTIRA!! MENTIRA!!". La enfermera abrió una puerta doble de una patada, le dió otra a la silla a mi espalda, y me hizo entrar solo al quirófano. Acto seguido las puertas se cerraron tras de mí con un estruendo.

- Buenos días, eeemmm... Chumos... Chumin...
- Chumoski.
- Chumoski, eso es. ¿Qué tal? Subíte a esta camilla. Tené cuidado con los focos.

Dentro del quirófano habitaban dos muchachos con aspecto de cirujanos de HOSTEL. A juego con el suelo encerado. Uno de ellos era el que me hablaba. Había también una enfermera que se parecía a Mario Vaquerizo (hay que ver las cosas que a uno se le ocurren en los momentos más insospechados). Y un señor con pinta de doctor. Este último iba de blanco y no llevaba mascarilla.

- ¿Puedo ir al lavabo?
- No. Tumbáte, por favor. Y relajación, ¿si?.
- Se lo suplico.
- Tumbáte ya, boludo.

La enfermera Vaquerizo atrancó la puerta con una vara de hierro y se plantó delante de ella con actitud desafiante. El doctor de blanco me dedicó una mirada de consternación mientras apuraba su café o lo que mierda se estuviera bebiendo. Negaba lentamente con la cabeza. Los dos cirujanos psicópatas me esperaban. No había escapatoria. Así que me tumbé y me puse cómodo. O lo más cómodo posible, mejor dicho, estirado ahí encima como una tabla de surf, con la base de la cabeza y los talones como únicos puntos de apoyo.

- Abrís la boca y relajación, Chuminski.
- Chumoski.
- Abre más.
- ¿.....?
- Más.

Acto seguido me vendaron la cabeza para que no viera nada. ¿Y si me meten una polla estos hijos de puta? O dos. No puede ser. Me dolía la quijada. Podrían meterme una sandía si quisieran. Podrían meter la cabeza entera y hacer eco-eco en mi laringe. Era un acto de fe. Exactamente igual que lo que uno espera cuando paga 10 euros por ver en el cine la nueva versión de Supermán. No tuve tiempo para más. La acción comenzó de modo imprevisto. Uno, dos, tres, cuatro.... siete, ocho... diez, once... Y hasta 13 pinchazos de anestesia. Levanté una mano.

- Dime.
- Perdone usted - le dije con la cabeza vendada -  Pero aquí tenemos un problema.
- ¿Qué pasó, pibe?
- Que creo que le faltan un par de pinchazos todavía.
- ¿Dónde? ¿Te duele acá si te toco?
- En la punta de su polla, creo.
- Oh, vamos. Tú eres un tipo aguerrido, ¿no?
- Yo me voy de aquí.
- Que no, Chuminoski, que no. Que esto serán unos minutos. Hacéme caso.

La enfermera no iba a dejarme salir de todos modos. Así que me acogí a los designios de Crom y me dejé hacer. No fueron "unos minutos".

A los 10 minutos me dolian las vertebras nucales de los tirones. A los 20 minutos de combinación de tirones y hurgamiento intensivo pararon y me preguntaron cómo estaba. "E UTA ADRE. T'OY E UTA ADRE. U UERTO A-BRON OUTA". A los 30 minutos volvieron a parar.

- Descansa un poco, Churroski.
- U OSKI
- Podés hablar. No te pusimos nada para mantener la boca abierta.
- ¿Cuánto queda?
- Estamos al 50%. Ya falta poco.
- Mi número secreto de la tarjeta es el XXXX (obvio los números reales). Por favor. Os daré todo el dinero que tengo. No es mucho pero con él podeis compraros unos billetes para la Pampa e iros a tomar por el puto culo. Tengo família. Por favor. Dejadme salir de aquí. No le diré nada a nadie.
- Abrí la boca, por favor - dijo el cirujano de mi izquierda. Era un trabajo a cuatro manos. Mi boca no daba más de sí. Hay que ver qué gran trabajo, entendí entonces, hacen esas gloriosas actrices de películas por...

..... me pincharon tres veces más y siguieron excavando. Socavando. Perforando. A cuatro manos, insisto. Quién sabe qué ocultos secretos podrían encontrarse en mis raices molares y más allá. ¿Un mosquito fosilizado en ámbar? ¿Un resto petrificado de mis primeras judías verdes trituradas de cuando tenía pelo? A los 40 minutos volvieron a parar. Yo estaba bañado en sudor. Tieso como si me hubiera hipnotizado Anthony Blake.

- ¿Viste, boludo? - le dijo al cirujano compañero - La concha la muela. Está anquilosada. Traéme el motor!!

Fueron los peores momentos. No sé que me introdujo en la boca. Era como una Puch Cóndor de mano. Una Montesa enrrabietada. Un artilugio infernal que profundizó hasta simas insondables. Creí por momentos que me atravesaría la mandíbula. Cinco minutos después dijo: "Se acabó. Ahora los puntos. No te muevas". Cogió hilo de pescar (lo parecía), aguja, y al lío. Noté claramente las puntadas.

- Ya podés levantarte, campeón. Metéte la gasa y apretá.
- ¿Uedo ime a asa?
- Claaaro, boludo.
- ¿Oi ibre?
- Claaaro.

Pensé que sería el momento en el que me apuñalarían por la espalda con el bisturí y me abrirían en canal para sacarme la columna como un látigo. Pero no. Me dejaron marchar. En la silla mecánica. La enfermera Vaquerizo quitó la vara de hierro y me empujó por los pasillos. El Doctor de blanco me hizo la señal de la victoria. Por el camino me crucé con el negro muy negro, también en su silla mecánica. Atado de pies y manos era empujado por un celador con un parche en un ojo y barba de 54 días. Muy parecido a Luís Tosar, pero con coleta. Es decir: calvo, pero con coleta.

- PAISA!! PAISA!! AMIGOS!!! DÍCESESELO!!!

Mi mujer me esperaba en el Box.

- ¿Cómo estás?
- IOS E UTA!!!
- Ya está. Ya pasó.
- AONES!!! ERÍAN AARME!!!

Una enfermera bajita y maciza, parecida a una mariscadora gallega, se plantó delante de mí y, sin venir a cuento, de repente, miró a la claraboya del techo...

- Joder... ¿ese no es Spiderman?

Miré hacia arriba, y ella, con un movimiento preciso de Jeet Kun Do (me contó luego mi mujer), me sacó la vía intravenosa.

- E AGO 'N A UTA!!! - me giré rápidamente. Pero ya salía por la puerta del Box. Guiñándome un ojo.

Estuve dos semanas comiendo con pajita. Me refiero a las cañitas. Las de sorber granizado. Dos semanas de dolores, sufrimiento sin parangón y sobredosis de Nolotiles. Perdí varios kilos. Pero gané autoestima. Si, amigos. Pruebas como esta endurecen. Te hacen fuerte. Te curten, maldita sea!!

Y todo ello con la dignidad intacta.

Lástima de Rolex del negro muy negro. Era una imitación magnífica.


martes, 30 de julio de 2013

THE MAXILOFACIAL HISTORY. Cap. 2.



Me dejó (la enfermera) en una habitación llena de camillas ocupadas y me dijo que me tumbara en la del fondo junto a la pared. Así que eso hice. Me levanté de la silla mecánica y camino de mi camilla choqué los cinco a unos cuantos. "Hey, chaval, qué tal, soy Paco". "Bonita redecilla, señora". "Hola, campeón, qué pasa". Mi vecino, separado por una cortinilla, era un negro muy negro que me sonrió enseñándome una dentadura pianística. Me tumbé. Con mi traje barato de superhéroe y mi redecilla. Mis manos cruzadas en el regazo. Enseguida se presentó la Enfermera Boss.

- Buenos días, mmm... Chumoski. ¿No?.
- Para servirla. Me gusta su cofia.
- ¿Alguna alergia? ¿Alguna enfermedad venérea? ¿Has ido de putas últimamente? ¿Te pajeas a diario? ¿Tomas farlopa? ¿Hachís? ¿Marihuana? ¿LSD? ¿Cristalico? ¿MDMA? ¿Extasis? ¿Anestesia de caballos? ¿Viagra para ganado vacuno? ¿Bustamante o Bisbal?

No supe qué responder. Me sentí alicaído al instante. Y triste. Muy triste. De hecho, es que se me humedecieron los ojos. ¿Esta es la estampa que hago en esta vida? ¿Putero y drogainómano profesional? ¿Por qué? ¿Por las patillas? ¿Por mi fina figura? ¿Por qué? La enfermera pareció darse cuenta de mi congoja.

- No te preocupes. Es protocolo pre-operatorio.
- Júremelo.
- Por la vía que te vamos a meter ahora mismo.

ZASCA!!! EN TODA LA VENACA!!!!

Sin previo aviso. Por la mano para dentro. Aguja del 15,5. Vía instalada. Un chorrillo de sangre salió disparado cual orgasmo sorpresivo antes de que un mozuelo vestido todo de verde se afanara en taponar el pitorrillo. Manchó la pechera de la Enfermera Boss, la cual se relamió con avidez y acto seguido me hizo el gesto de silencio con el dedo en la boca. A continuación, antes de poder reaccionar, un sopor me invadió. Me puse a mirar al techo con mi vía funcionando a todo trapo.

- ¿Estás nervioso? - escuché allá a lo hondo.
- ..........
- ¿Eh? ¿Estás bien o no?
- ¿Qué?
- Que si estás bien, Paco.
- Y yo qué coño sé - creo que dije. Volví a fijar la vista en el techo.

Heidi. El Abuelo. Pedro. Pichí. Niebla. El Mono Amedio. Qué felicidad allí en el techo blanco de las montañas suizas con todos ellos y la vaca de Suchard y la família Trapp al completo que había venido de Austria para cantarnos todo su repertorio. Mono Amedio, ¿y tú qué haces aquí? Estoy hasta los huevos de dar vueltas con el niño ese, Paco. Buscando y buscando a su puta madre. Nada más que a base de cacahuetes. Voy a ver si me puedo hincar a la ovejita esa, oye. Qué grande eres Amedio. Abuelo!!! Abuelo!!! Que sube Clara!!! Joder, necesito un Brugal con Cola, ¿si o no?.

Chiss...

Esto sí que es aire puro, nen, y no lo que se respira en los vagones del Metro. Esto es una maravilla. Mira, fíjate, si hasta las caquitas del campo hablan. Como las de ARALE. Hola, Paco, hola, Paco, hola, Paco. ¿Sois mierdas parlantes, no?. SIIIIIII!!!!! Y esa es Heidi, ¿no? SIIIIIIIII!!!! Se le ven las bragas cuando se columpia. Se parece a Carmen Electra. SIIIIIIIIII!!!!

Chiss....

- ¿Qué mierda pasa?

Me giré, recuperando un poco el contacto con... ¿con qué? (¿dónde mierda está Heidi y su columpio? ¿y la vaca a topos violetas?), y vi una mano negra como la de King Kong asomando por mi cortinilla.

- Paisa. Te vendo reloj guapo - dijo una voz nasal al otro lado.

Descorrí un poco la cortinilla que me separaba de mi vecino (el negro muy negro) y me encontré de nuevo con una retahila de dientes enormes y blancos como la nieve que refulgían con la luz aséptica de la luz fluorescente del techo.

- Qué dices, joder. Me has cortado todo el rollo, hostia.
- Reloj mazo guapo, paisa. Para tí. Barato. Rolex. Yo te lo vendo. Luego me pagas.
- ¿Eh?
- Reloj guapo para mi amigo te digo. Tú confía. Te sale barato.
- ¿No te han dicho que hay que dejar todos los objetos metálicos y de valor en la taquilla?
- Si. Pero yo tengo escondite.

El negro muy negro se inclinó a un lado, sorteando su via, y se señaló el pompis, el cual, todo sea dicho, le asomaba tras la bata azul al no tenerla bien atada por la espalda. Por entre las nalgas le asomaba un trocito de correa de cuero con agujeritos y una hebillita de plata. Por el rabillo del ojo vi venir a la Enfermera Boss. Traía de nuevo la silla de ruedas.


TO BE CONTINUED.

miércoles, 24 de julio de 2013

THE MAXILOFACIAL HISTORY. Cap.1.



"Ven en ayunas. Y tráete unas zapatillas". Esas fueron las consignas. Yo, que soy un tío muy previsor, incorporé además en la mochila Nike la PSP con el Castlevania, el Lucky, las Ray-Ban y un puñao de almendras saladas en el bolsillo (por si las moscas). Mal fario, además, cuando te dicen que te lleves las zapatillas. Mal fario. Ojo con esto. No pinta a Box. No, padre, no. Pinta a quirófano. Pero bueno, a ver si con un poco de suerte me equivoco. Son las 09:00h.

- Buenos días, señorita. Tengo hora para las 09:30h.
- Nombre.
- Paco Chumoski, para servirle. Tiene usted unos ojos preciosos. Seguramente ya se lo habrá dicho más de algún facineroso. Mi cumplido es sincero.
- Planta 3ª. Ya puede subir. Le llamarán. ¿Trae las zapatillas?.
- Sí, señorita. De mercadillo, porque las del Barça, producto oficial, las tengo tendidas. Ah, una cosa que le iba a preguntar... ¿aquí no se puede fumar?
- No.
- Muy amable.

Una docena de personas aguardaban su turno en la sala de espera. Ausentes. Pasotas. Serenos. Despreocupados. Mis neuronas, sin embargo, estaban todas en pie de guerra. Y que digo yo, que si me meten en quirófano tendrán que meterme una vía, ¿no? O sea, agujaca por la vena en la parte superior de la mano y cableado Robocop de cuando lo meten en Talleres Palomo para la I.T.V. Maldita sea. No puede ser. Una cosa lleva a la otra. Me veo de nuevo con aquel batín verde y la redecilla en la cabeza. Todo eran hipótesis y conjeturas. Preguntas sin respuesta inmediata. ¿El Tata Martino? ¿Quién coño es ese tío? ¿Y el central? ¿Cuándo lo fichan? 85 lereles la 2ª equipación. Mira que son cabrones. ¿Supermán y Batman en una misma película? Demasiados pectorales y paquetes inflamados para tan poco metraje. Ya veo pases especiales para gaylors. Festival del Orgullo.

- PACO CHUMOSKI!!!!

Pegué un brinco de la silla, con la mochila incorporada, y me cuadré taconeando el suelo con las bambas y saludando al mismo tiempo.

- PRESENTE!!!!
- Descansa, hijo, descansa. Tranquilo. Acompáñame.
- ¿Está usted segura de que no se ha saltado a nadie en la lista y me toca a mí?
- Segura. Tenías hora a las 09:30h., ¿no?
- Oiga, que faltan 2 minutos aún.
- ¿Estás asustado?
- ¿Quién? ¿Yo? (así te piquen las avispas)

Me condujo a la habitación-vestuario y con premura me explicó qué hacer y cómo proceder. Dentro había un abuelete con una chica joven. Esperé que saliera. Nada de anillos, relojes, cosas metálicas. En gallumbos y con el batín y la redecilla, que en esta ocasión, al ser azules, y con hombreras puntiagudas, me convirtieron ipsofacto en un Capitán Marvel carnavalesco. Si en lugar de redecilla me pongo un casco de moto podría pasar por uno de DAFT PUNK. La enfermera me esperaba al salir. Poco agraciada, para ser sincero, no concedía un resquicio para la ternura y los buenos sentimientos.

- Mire usted, señorita, yo acepto hacer el gilipollas de este modo. En serio. Humillarme, además, en estos momentos de tortura psicológica. Como si no tuviera bastante, que llevo media hora con la cabeza de la tortuga asomando por el asterisco, usted mentiende lo que le digo. Lo acepto. Pero la redecilla... por el amor de dios... ¿que no ve usted que estoy rapado? ¿para qué? ¿usted me ve algún piojo?

- Lo siento, es el protocolo. No se ha abrochado bien la parte de la espalda.
- Yo es que cuando salgo a la calle me gustan los vestidos abiertos por detrás, sabe usted. Y si tienen caída, mejor que mejor. Por favor se lo pido. Tengo enemigos. Podrían fotografiarme y colgar la foto en Facebook.
- Protocolo.
- Te invito el Sábado al cine. Eliges tu la película. Menos Mario Casas lo que tú quieras. Y luego te invito a un Pans & Company y lo que surja. ¿Eh? ¿Qué me dices, reina mora? Con patatas fritas y bebida XL.

No solo no cedió, sino que me hizo sentarme en una silla de ruedas. Como los K.L.F., pero sin performance festivalera. En fín, que oye, que hay gente a la que no le gusta el cine, qué le vamos a hacer. Por otro lado tampoco estamos hablando de Miss Enfermera No Llevo Bragas, ojo. Qué va. Lo que pasa es que si hay que venderse al diablo se vende uno y luego se hace reset y aquí paz y después gloria en las alturas.

- Oiga, que puedo ir andando.
- Cállate, perro.

Me condujo por el suelo de linóleo esquivando todo tipo de obstáculos: celadores, enfermeras, doctores, sillas atravesadas, un árbol caído, varios cuerpos inertes y una excursión escolar. Vestido de techno-man en la movida madrileña. Con redecilla sobre las orejas. Virgen del Carmen, dame fuerzas.


TO BE CONTINUED.









martes, 11 de junio de 2013

Diario de... LA PLAYA. (2013)




Lo que más me gusta de la playa:

Mi diario/revista, mi Lucky, los pies en remojo en la orilla, mi cenicero portátil con forma de cucurucho de color rojo que me dio el Ayuntamiento hace eones. Las jamonas que se han tumbado en un área circular próxima a 1,5 - 2 metros. "Hola, guapa, me llamo Paco". "Y yo Aurora, date una vuelta, anda". "Vale, pero luego te invito a un Cola-Jet". "Bueno, ya veremos".  Los abueletes haciendo gimnasia con la gorrilla de Talleres Palomo, Supermercado Amparo o Droguería Laurel. Los dias sin viento que mantienen mi toalla del F.C. Barcelona (producto oficial) en perfecto estado de revista en sus cuatro esquinas, bien planchadita sobre la arena. El bar de los chinos (pasando de largo el chirinquito con licencia oficial y sus precios de coña) que me sirve la cerveza de barril con la temperatura adecuada y un mejor precio. La PSP con el CHESSMASTER, que utilizo bajo la sombrilla estampada. Mis Ray-Ban. El sol, visto desde la sombra. Las chavalas en edad de merecer que pasean arriba y abajo por la orilla. También ese momento en el que las mozas se ajustan la braguita del bikini. El top-less, con limitaciones (de edad, principalmente). La arena gorda, que te permite entrar y salir de la playa limpico, sin molestias. Las aguas a la temperatura justa, que me permiten entrar y salir del mar sin incidencias térmicas corporales, sin sobresaltos ni gesticulaciones extras. Que haya pececitos en el agua, preferiblemente vivos. Que no haya rocaje cabrón, al menos en los primeros 20 metros, pues me da palo bañarme con sandalias de plástico de esas de río para no dejarme parte del pie en algún pedrusco sumergido. Mis chanclas con tira de trapo, porque las de plástico me descuarteran el pie y luego me da palo cojear. Mi Quicksilver con bolsillo trasero y en la pernera lateral derecha, para meter las monedillas para la cerveza de los chinos, el tabaco, el mechero y el smartphone. Mi sombrilla, que no sé si ya la he mentado, pero desde luego sin ella se va a poner al cascoporro quién te dije. El latero que te salva la vida con una Estrella Damm porque el chino está cerrado (raro, raro, raro). La tranquilidad. El sosiego. La paz.

Lo que menos me gusta de la playa:

Las cremas protectoras. Luego el Lucky sabe a Nivea. Los aceites corporales bronceado ultraintensivo. Más de lo mismo. Y encima parezco un moro falso como esos que salen en los catálogos de Carnaval con esos disfraces lamentables hechos con cuatro retales y dos costuras en poses no menos lamentables. Deben de pagarles bastante pasta. A mí desde luego no me pillas. El mechero se resbala. La PSP también. Todo se resbala, maldita sea. La cerveza, la oliva, el cambio que te devuelve la china... ¿Pero quién coño ha inventado los aceites estos?. Malditos cabrones Coppertone. La sal. Me molesta sobremanera ponerme la camiseta cuando llega la hora de partir y que se me quede a medias en la espalda porque no baja para abajo por culpa de la sal en la espalda y los brazos. Se atranca. No baja. Y luego, una vez puesta, se queda como acartonada. The Cartón Effect, que lo llamo. Quedarme sin tabaco. Que en lugar de unas jamonas se me coloquen en un área circular próxima de 1,5 - 2 metros (incluso menos a veces) un grupo de gilipollas con un altavoz de iPad rezumando guitarritas bachateras, reggaeton marginal o rumbas ochenteras de cuando El Vaquilla era furriel. Claro, no les digas nada que son más que tú. Te hinchan. Puedes salvarte algo si justo antes te has puesto Coppertone Ultra Mega Solar Radiation Así Revientes. Les costará más engancharte. Pero bueno, evitemos la violencia. Es cuestión de (poco) tiempo que acaben preñándose unos a otras y echando su vida por el retrete. Los niños que llenan de arena mi perfecta toalla. Bueno, no pasa nada. Son criaturas. No voy a parecer un ogro, joder. Los niños que vuelven a joderme la toalla con sus carreritas. La cara de gilipollas de la madre, del padre, de la abuela, del abuelo... incapaces de reprender a la criaturita. "Iker!!!" (coño, por fín...) "Toma el bocadillo lomo empanao!!!" Las chinas que quieren darme masajes. No, gracias. Otra china. No, gracias. Otra más. "¿Final Feliz?". Que no, coño. Vas a tocarme con esos dientes, joder. "No, con mano". La señora que, junto con los 12 miembros de su família, logra acampar en 50 centímetros de anchura entre mi toalla y la siguiente. Dios mío, ¿qué te hecho? ¿en qué te he fallado?. Los efebos que se pasean por la orilla en plan Mich Buchanan. Estéticamente me joden el paisaje. No por defectuosos, que se ven muy apañaos, eh, pregúntales a sus madres si no, sino por el estilo, la pose, la gesticulación, las caras de gilipollas esas de "tengo el palo de un Frigo Pié metido en el recto". Me fatigan. Luego también el exceso de abuelas haciendo top-less. Están en su derecho, pero coño... a ver... o sea, una cosa equilibrada, ¿no?. Una yaya. Una jamona. Otra jamona. Otra hermosota. Otra... bueno, otra. Y la yaya. Porque cuando hay un porcentaje demasiado elevado de yayas me da palo acercarme a la orilla. Y como en la playa no hay trampolín para meterte en el agua salvando las aguas "cálidas"de la orilla gracias a un estilizado salto del ángel (soy especilista), justo donde están las abuelas, pues a veces acabo por no remojarme. Lo paso fatal. Los zurullos flotantes tampoco son santo de mi devoción. No me inspiran. Los anormales con pelos en los huevos que dejan la toalla de cualquier manera y se lían a correr entre toallas llenándolo todo de arena camino del agua donde se tiran de cabeza y se encuernan vivos contra el lecho marino de cálida temperatura. Luego se levantan como si nada. "Eh!! Eh!!! Meteos que está buenísima!!! JAJAJAJA!!!" El sufrimiento va por dentro, evidentemente. Se han clavao contra el suelo, o contra una roca pensando que había hondura. Hay que ser gilipollas con lo grandecito que eres. Las medusas tampoco me molan mucho. Yo es que soy más de carne. Cordero, Ternera, Buey. No en ese orden por obligación. Luego también no asimilo muy bien la arena fina. Te metes en la ducha antes de irte. Te abres el bañador. La picha y los cojones igual que el bocadillo del Iker. La picha concretamente como un stick de esos de queso que te dan en el Kentucky Friend Chicken. Todo empanao. Rollo tempura, nen. Y ahí a conciencia te das agua y agua y agua y parece que ya. Y te vas para el coche. Y te sientas. Y no. Aún hay rebozado. En los sobacos. En las ingles. Entre los dedos de los pies. Con los 62 grados que hay en el interior del coche que le  ha estado dando todo el soletón durante 6 horas seguidas. Pones el aire, el climatizador. Esos minutos se hacen eternos. La tempura rozando. Dios mío de mi vida porqué tengo que pasar por esto.

Total, que valorando las cosas buenas y malas al final la balanza se decanta por PLAYA SÍ.
Solo falta ACERTAR con la playa, claro.


viernes, 1 de marzo de 2013

Diario de... Paranormal Activity



Parece ser que el género cinematográfico conocido como mockumentary, instaurado en su momento por la infame Bruja de Blair, sigue teniendo una gran aceptación entre el público. Me dicen que son películas que cuestan cuatro duros y recaudan millones de dólares. Un negociaco, vamos. Y que aunque se repiten como el ajo, la gente sigue picando. Vale.

¿De qué tratan? Bueno, pues eso, de paranormal activity. Principalmente suceden en tu casa, aunque también puede ser en la del vecino, y, por supuesto, en lineas generales, cualquier local, habitáculo, zulo o residencia abandonados desde hace años susceptible de facilitar una grabación de estas previo permiso del ayuntamiento del distrito. Es decir, en tu casa, por ejemplo, tú estás sentado tan tranquilico, atendiendo lo que dice sobre tendencias masculinas el colaborador este que tiene la Igartiburu que parece un muñequito, vale, y de repente las luces de la casa empiezan a parpadear y la lámpara del techo a balancearse ella solita sin la ayuda de movimiento sísmico alguno. ¿Qué haces? ¿Te derrites como los ruiseñores con la frente perlada en sudor frío? NO. Te vas a montarle pollo a la Presidenta. Como buen español. ¿Si o no? Es la variante spanish.

O, por ejemplo, estás ahí en el sofalico, con tus pipas Tijuana, vale, y se abre sola la puerta del Comedor. Lentamente. Tú mirando de reojo. Con las venas congeladas. Una cáscara pegada en el labio superior. La boca semiabierta. Helena Resano, en La Sexta, dando las noticias, pero desde muy lejos. Entonces entra tu madre. "Te he traído un túper con cloquetas de pollo que hice ayer que están buenísimas". Todo esto con la videocámara HD que compraste en Andorra moviéndose espasmódicamente arriba y abajo y de lado a lado. Tensión!!!! Angustia!!! CLOQUETAS!!!!

¿Y qué tienen de especial estos filmes? Pues mira, tú imagínate ver una peli nada más que en base a grabaciones de cámaras fijas de seguridad que tienes instaladas en la casa. Ni más, ni menos. O eso, o bien cámara en ristre, pegando bandazos de aquí para allá como si se te hubiera acabado la metadona. Chúpate dos horas así y a ver cómo sales del cine. Yo la última vez no atinaba a encenderme el Lucky con el mechero.

- Disculpe, caballero, ¿le puedo ayudar? - un mosso d'esquadra que estaba poniendo multas.
- No, no, muchas gracias, ya puedo yo solo.

Nos toman el pelo, nen. Yo si quiero ver una grabación casera que me acojone de verdad, me cojo, me pongo la copia del vídeo de la boda del Gran Josemi, un buen amigo de siempre, del barrio, y aquí paz y después gloria. TERROR EN ESTADO PURO. La llegada a la iglesia de la novia. Una choni poligonera que cada vez que abre la boca muere el ocupante de un sillón-letra de la Real Academia de la Lengua Española. Con ese aura pretendidamente mayestática. Ese rictus de emoción contenida. Teatralidad juradista elevada al infinito. El tatuaje tribal 20 x 20 bien a la vista. Ese pobre hombre que la entregaba del brazo, consumido por los Ducados. La cara del Gran Josemi, al lado del cura, ligeramente congestionada. Si uno se fija bien, puede leerse el arrepentimiento en mayúsculas de neón en su frente. Demasiado tarde, gorrión. Te dejaste engatusar por el alcohol y dos caricias a destiempo.

- Paco, hazme caso, tiene muy buen fondo ahí donde la ves.
- ¿Tú estás seguro, Josemi?
- Que si, Chumo, que sí.

Dios mío... se me erizan los pelos del culo solo de recordarlo. Siempre ha sido un cacho pán. Total, que el Iker ahora ya tiene 2 añitos. Más malo que un dolor. El otro día le prendió fuego al hámster. La Vanesa viene en camino. Y el Josemi (a secas, sin el "Gran" delante) actualmente pesa poco más de 57 kilos. Él dice que come igual. Ella ha engordado 30. ¿La gente quiere terror real? Esto es terror real, amigos. Esto. Pasar de una talla 50 de pantalón a una 38 y tener que hacerle tres agujeros extra al cinturón. Esto es Paranormal Activity. ESTO. Y ojo, que de mockumentaries así, los que quieras.

Otro más. Pongamos que subes, por cortesía, a la casa del Antoñete, que ahora vive con la novieta. El Antoñete. Un personaje singular. Fumador profesional de marihuana. Rastas. Alpargatas con más mierda que la bombilla del sótano de Leatherface. Ahora, reconvertido en comprador compulsivo del H&M, consumidor de NESTEA LIMÓN, y con el pelo engominado con la raya en medio. Siempre afeitadico. La novieta, la Loli. Con estudios. Quiero decir, que tiene el Certificado de Escolaridad. Bueno, pues subes a tomar el café. Con los dedos cruzados.

- Chumo, ¿has visto de cuando fuimos yo y el Antoñete a Tenerife?
- Yo creo que... que si, ¿no?.
- No, a mi me parece que no, Chumo.
- ¿Estás segura?
- Segurísima. Mira, ya verás...
- (hija de p....)

Queridos amigos, las grabaciones caseras que dan auténtico terror SON GRATIS. No hay que pagar por ellas.

- Mira, esto es una piscina muy grande donde la gente se podía bañar. En Puerto Sta. Cruz, si. Mira qué guapo está el Antoñete con ese bañador que le compré. Aquí estamos comiendo papas con mojo. Y aquí mojo con papas. Aquí grabé un delfín, lo que pasa es que se ve de muy lejos, pero es un delfín. Esto es una vista (está un poco borroso, ¿no?) de la Playa de las Teresitas. Esto es un cementerio. Aquí estamos comiendo plátanos fritos en el hotel. Mira, esto un plátano. Los hacen con "Cuantró". O Licor 63, ahora no me acuerdo, Paco. Mira, ahora se me ve a mí reflejada en ese espejo. ¿Me ves?. Esto es uno que vendía pulseras hechas de piel humana, o eso decía. Este es un Policía Local muy simpático. Esto es el hotel. El vestíbulo. Las escaleras. Una papelera. Un niño alemán. Un japonés. Un loro del LoroPark. Este sabía decir "OLA K ASE". La chica de recepción, qué maja ella. Esto es el día que hicieron paella en el hotel. Buenísima. Sí, esto son mejillones. Es que allí son de otro color. Te lo juro.Y esto es...

- ¿Dónde vas?
- Aquí al balcón a fumarme un cigarrito.
- Ah, vale. Ves, ves, que ya lo pongo en pausa.

La gente no es consciente, pero graba auténticas atrocidades mentales. Imágenes que harían vomitar a Eli Roth. Escenas que harían palidecer a Alexandre Aja. Y luego se comportan como auténticos cenobitas ávidos de carne y sangre.¿Quereis Paranormal Activity? Salid más de casa. Necesitais desconectar de Matrix, amigos. ES GRATIS.

Buenos días.

lunes, 28 de enero de 2013

Diario de... COLTON BURPO.

Veamos... Muy brevemente, no quiero extenderme.

Colton Burpo. 13 años. Natural de Imperial, Nebraska, pueblecito de unos 2.100 habitantes. Aproximadamente el 90% de la población de raza blanca. Solo un 15% de la población total son hispanos. Apenas hay negros, asiáticos, cherokies, sioux o pakis con puestecillos de kebabs. El ferrocarril llegó por primera vez en el 92. En 1892. Lo más destacable: Warren Pratt Watters nació en Imperial. ¿Quién es el Warren este? Pues el amgo Warren es, ni más, ni menos, que el fundador del arzobispado en U.S.A. (¿.....?) de la IGLESIA LIBRE DE ANTIOCH. Una rama independiente del catolicismo (una más) tirando a HOOLIGAN (más bien).

Por lo demás, una mierda pueblo sometido al yugo del catolicismo más recalcitrante desde su puta fundación prácticamente. Sometidos a los designios del Señor. Tal cual. Lo veo. Así que, al grano. Pongámonos en situación. El padre de la criatura (de Colton), Pastor de la Iglesia Local. La madre presta servicios en la Parroquia. Un libro, escrito por el Pastor (que también es escritor. Por tanto: el Pastor Escritor de Imperial, Nebraska), EL CIELO ES REAL, explicando los avatares de Colton en el cielo. No. No es ficción. Es exitazo. Así que... ya puestos... hagamos otro. EL CIELO LO CAMBIA TODO. En total, 9 millones de libros vendidos. De el niño que estuvo en el cielo y no se encontró con Mario Casas.

Ahora, vamos más al grano, y comentemos un poco la entrevista de Víctor Amela al chavalín, el cual nos ofrece, está claro, una pequeña dosis, unos pequeños racimos, qué duda cabe, del tremendo viñedo Falcon Crest Style que ha plantado su padre, el Pastor-Escritor de La Iglesia Local.

Y dice...

"Tenía 4 años... El cirujano me operaba de una peritonitis... Salí de mi cuerpo... Y fui al Cielo..."
Con cuatro años, amigos. Esto, a modo de presentación. Como las tetas de Ana Simón.

Le preguntan a qué huele cielo. Dice que no lo sabe, PORQUE DIOS NO LE PERMITE RECORDARLO. ¿Vale? Sin embargo, Dios sí le permite recordar (tomen nota):

1.- Que hace calorcito (en el cielo).
No soy astrofísico, pero creo que puede ser porque están más cerca del Sol. Repito: no soy astrofísico. Ni mucho menos cura o similar.

2.- Que conoció al abuelo Pop ( Shocked ). Al abuelo Pop. (cuando haces Pop...). Lamentable. Por mi parte. Soy consciente.

3.- Que Jesus es (OJO AL DATO) alto, con barba, cabello castaño oscuro, y ojos de un azul muy celeste, con una sonrisa bellísima y un corcel blanco. O sea... RETRATO ROBOT. ¿Cómo era el sospechoso? PAM!! Clavao. Ahí lo tienes. ¿Quieres saber cómo es el churrero de Lloret de Mar? ¿Eh? ¿Quieres saberlo o no? Saquen a este niñato de aquí, por favor. ¿QUIERES SABERLO O NO, PECADOR DE MIERDA? Coñas aparte, la primera vez que lo he leído he pensado en Brad Pitt en AMOR A QUEMARROPA ("caballo" incluído).

4.- Esto me resulta especialmente significativo...: que conoció a su hermanita ABORTADA. Brutal. Es decir, conoció a un feto NO NACIDO, de poco tiempo por lo visto, ya que incide en que dicha interrupción tuvo lugar apenas 3 meses antes de que el Pastor se la hincara bien hincada a la Madre Parroquiana entre gemidos guturales de placer y socorridos auxilios habituales ("Fóllame!!! Fóllame, hijo de puta!!! Clávame hasta el fondo esa dura polla!!! CÓRRETE DENTRO DE MÍ!!!! MÉTEME HASTA LOS HUEVOS!!!!!"). Bueno, esto último es un poco licencia mía. Igual exagero un poco. Me refiero a lo de los huevos. Pero es que es increíble. No esta práctica sexual en sí, sino lo de conocer un feto no nacido. A ver si nos entendemos, joder.

Sigamos.

5.- El Árcangel Gabriel es un cachondo. Cito: "El Arcángel Gabriel es un bromista. Hace reir a todos". Queridos amigos... el Arcangel Gabriel es el puto Chiquito Celestial. DICE QUE VA UN BORRACHO A PICARLE A SAN PEDRO!!!!! CANDEMOOOOR!!! TE QUISE PORQUE ERAS MÍIIIIIIAAAAA!!! Y LE DISE....¿TÚ SÁBEH EN QUÉ SE PARECEN....? NO PUEDO., NO PUEDOL, NO PUEDOL. DISE... ¿TÚ SÁBEH EN QUÉ SE PARESEN MOURINHO Y DIOS....?

....EN QUE NO LOS PUEDE VER NADIE!!!! COBARDE!!!! PECADOR ALADO!!!! FISTRO CATÓLICO!!!!

6.- Le preguntan qué es lo que más le impactó del Cielo. Y dice que las sillitas preparadas para niños, cerca de Jesús.
Shocked Shocked Shocked Shocked
INQUIETANTE. Y con esto está todo dicho. No quiero explayarme.

7.- Esto me despista sobremanera: Conoce a Iniesta. Desconcertante. A ver... al tanto: Le preguntan como era el Espíritu Santo, ya que, palabras suyas, por lo visto estuvo sentado a su lado (con cuatro años, repito). Y dice, cito: "Medio transparente, medio azul, y se nota su fuerza y potencia". Iniesta. De Fuentealbilla. Ahora: ¿Qué hacía Iniesta en el cielo? Solo se me ocurre una cosa: tocarla como los ángeles.
 
La pelota.

8.- Le preguntan porqué su família es la elegida. Dice que no lo sabe. Que no se inventa nada, y que no lo sabe. Que de grande quiere difundir la palabra del Señor (esto me lo olía ya antes de acabar la entrevista). Es decir... dos libros NO son suficientes.

9.- Le pregunta Victor Amela por los arcángeles y coge y se chiva de que el arcángel Miguel lleva siempre en la faja una gran espada en llamas. ¿Y eso? Porque el demonio (The Devil) todavía anda suelto y que con ella evita que se cuele allí arriba sin pagar. Tal cual. El Colton. Y digo yo... PERO CÁLLATE, MUCHACHO!!!! ¿NO? CÁLLATE!!! Ahora va el demonio (The Devil, repito) armado con unos pocos fusiles de esos de agua con los que juegan los chiquillos en la piscina... ¿Y qué? ¿Eh? Jódete, Miguelón. Eso si no se presenta directamente con dos extintores. Como si el demonio (The Devil) fuera corki. NO, SEÑOR!!! Es una persona como cualquier otra que está al quite, joder. Como Jorge Javier Vázquez, como Pablo Motos, como Bárcenas, yo qué sé.
 
10.- Al caso de esto último, dice que los arcángeles son más grandes que nosotros. Iguales, pero más grandes. ¿Jugadores de baloncesto? ¿O Ingenieros de PROMETHEUS? Me tiene loco perdido con esto el chaval, oye.

En definitiva, tú fíjate la de cosas que le permite recordar Dios. Con profusión de detalles. MENOS A QUÉ HUELE EL CIELO, lo que haga falta. Solo ha faltado el puto alicatado de los baños. ¿No es sospechoso? Yo creo que por esos andurriales no debe limpiar ni la Magdalena, no me jodas. Falta de higiene. No hay otra. Aquello tiene que ser una puta comuna hippie de tres pares. Lavadoras por poner. La ducha, de lejos, no sea que los rizos de los ángeles pierdan brillo (lo que cuesta coger brillo...). Las túnicas, por detrás, como los papelillos de los Sobaos Martínez. Letrinas desbordadas. Claro... estás ahí constantemente rodeado de NUBES-TOALLITAS... ¿Para qué te vas a duchar? PARA QUÉ!!! Si tienes ahí a mano todas las nubes-toallias que te salgan de la polla!!!!. Ay, se me ha escapao un frenazo judiero... Toma una nube-toallita y quita el Pause. POR TANTO, de esto ni pío. ¿Qué hacemos? PAM!!! MEN IN WHITE. Mira fíjamente aquí. FLASH!!!! Tu nombre es Colton. Te acordarás de esto solo desde los cuatro hasta los siete años. De lo que te salga del nabo. Pero del olor, no.

Fijaos, ahora que lo pienso.... que a los creativos de EVAX les pasa lo mismo. No se acuerdan tampoco del olor de las nubes. Curioso.

Hay gato encerrado.

Gato muerto, claro.


BONUS TRACK:

Victor Amela pregunta: ¿Cuánto tiempo pasaste en el cielo?
Colton Burpo (13 años; primeras pajillas, hemos de suponer): Unos tres minutos. Equivalen a dos años y medio. Lo calculó luego mi padre.

Y AQUÍ ESTÁ LA PRUEBA, AMIGOS, DE QUE LA SALA DE ENTRENAMIENTO, DONDE SE METEN GOKU Y SON GOHAN PARA CICLARSE BIEN Y METERLE DE HOSTIAS A CÉLULA (Cell) EXISTE!!!!!

Muchas gracias.