Qué buena está la Sandra Gómez y qué poco caso me hace. Bueno, sí que me hace caso, pero solo para reirse de mi última-ocurrencia-gilipollez-intento-futil-de-llamar-su-atención. Eh, y que conste que ella y yo congeniamos desde el primer momento y siempre nos hemos llevado de maravilla, cuidado. Que si ja-ja, que si ju-ju, en fín, ya sabeis. La cuestión es que hace dos días, y después de venirse oliendo el pescao de un tiempo acá (cosa normal cuando cada vez que me mira me pilla desnudándola con la mirada con cara de gato de Shrek), se sinceró conmigo, y oye, que sí, que resulta que además me quiere. Que me quiere, amiguitos, sí, pero..., ¿CÓMO ME QUIERE?? Yo lo sé, vosotros lo sabeis, y encima sin comodines del público. Efectivamente: me quiere como amigo.
Entonces viene mi confusión. Os lo explico. A mí me tiene cerquita todos los días. Sabe que por ella me echo de una moto en marcha. Y de un coche también. Y hasta sería capaz de dejar de tocarme lascivamente si ella me lo pidiera (que eso es sagrado, ojo). Sabe que que me haría la raya en medio y a un lado también; hasta encima de una cartera si hace falta. Que me cambiaría cada día de gallumbos (y de calcetines), que me ducharía todos los días en lugar de solo los Viernes antes de ver Banner y Flappy y que sería capaz de hacerme EMO y pintarme los ojos. Por ella me comería 12 latas seguidas de anchoas del Hacendado (aceite industrial refinado incluido) sin echar un trago de agua por el camino. Sabe que me comería 7 melones con cáscara y me bebería 8 litros de Cacaolat con 3 kilos de higos y que acto seguido sería capaz de estarme sin hacer de cuerpo hasta que ella me lo pidiera. Que me bebería el agua de un charco en San Fermín y me tunearía el coche con la pegatina del toro de Osborne. Lo que hiciera falta, joder. Pero no. Ella, con esos pechos y esos pezones como botones de ascensor, con esas medias negras y ese tanga marcado, me quiere como amigo. Como amigo. HI-JA-DE-P....
Porque luego, coge la gorriona, se junta con tres gorrionas más, y se me va a acampar fuera del palacio municipal para entrar la primera cuando abran las puertas. ¿Para qué? Pues mira, para ver de cerca a su ídolo, el vampiro piratón de la película esa de mierda que se llama Crepúsculo. Me cago en todos los muertos del vampiro marica y del hombre-lobo heterogay ese.
- Pero Sandra, hija... ¿qué le has visto al medio peo ese?
Y se ríe. Y también las amiguitas. Una (la más gordita) hasta se pone roja. Fijo que solo de pensar en él se ha "inquietado", la muy golfilla.
- Tú qué crees?. Pues que está buenísimo, chaval.
- Pero..., pero cómo que está buenísimo. Si el tío está más pálido que Iniesta, no me jodas, Sandrita.
- Eso da morbo - me dice. El corrillo de gorrionas ríe de nuevo.
- Ah, claro. Y seguro que a ese le quieres algo más que como amigo, eh - le dije tirándole la piedrecilla. Vuelven a reirse. Y la gordita (oye, pues ahora que me fijo tiene unas buenas berzas la chica esta...) vuelve a sonrojarse. Que da morbo, dice. Sí, hombre, sí. No ha catado varón aún y dice que le da morbo. ¿Pero qué morbo?. Sabrá esta lo que es el morbo en pelota picada y yo con la Fanta de dos litros removida y a punto de ebullición, sabes. Como un géiser. Que mucho tanga marcado y mucho muslamen pero esta no ha probado todavía un fresón de veinte duros. Joder, macho, como si no hubiera suficiente con los granos post-pajillas, tócate los huevos lo que hay que aguantar.
De todos modos... ¿habeis visto al tío este en la tele?. EL CARETO QUE GASTA SIN MAQUILLAR NI NADA. Hostiaputahostiaputa. ¿¿Pero qué tiene el anémico este que no tenga yo cuando me maqueo los findes para el botellón...??. Me cago en su estampa del vampiro gayer este de los cojones. Porque otra cosa te digo: fijo que cuando come cocido hay que atarle los garbanzos con hilo para que no se le vayan cayendo por detrás. Como todos los vampiros estos de moda que en lugar de destrozar gargantas (como siempre se ha hecho de toda la vida del señor; que un vampiro de verdad anda escaso de educación, coño. Es un animal hambriento, vale) solo hacen dos agujeritos gayers en la yugular. Mecagonlaputa, ¿pero por qué son así las tías, joder?. No, en serio: ¿¿QUÉ LES PASA??. Todas chillando como histéricas. Algunas sin sujetador. Dando botes. Llorando con su foto en la mano. Todas ya con su matojo depilado a la brasileña (para la playa). Esas mismas de las que siempre se ha dicho que maduran antes que los tíos (al loro). Sí, justo esas. Hostia, si tienen despertares sexuales... ¿no será más fácil y económico tirar de lo que tienes a mano que no tener ensoñaciones con un tío mierda que hace de vampiro mariquita en un mierdote de película? (Matemáticas de 1º de ESO, joder)
El Miércoles que viene tengo hora. Con el dentista, que además me ha dicho que no me preocupe que no hay problema y que se puede hacer. Y con los billetes en el bolsillo enrrollaos con una goma de pollo (porque esto no va a ser barato, sabes). Yo por la Sandri hago lo que haga falta. Luego ya veremos que me dice mi vieja en casa (y mi viejo, sobre todo mi viejo), pero bueno, paso ahora de planteármelo. El caso es que si hay que ponerse dos fundas de colmillo vampírico, se ponen y punto. Eso sí, me pongo los colmillos, vale, pero paso tres pueblos de empolvarme el jeto como Tom Cruise o el papafritas este, ni hablar. ¿Que luego la Sandrita sigue pasando de mí? Pues mira, a tomar por culo. Ahí tendré siempre a mano un abridor natural de puta madre para el botellón y para lo que haga falta. Sea como sea, hay que intentarlo.
Mierda de amor.
PD.: Ahora que lo pienso, me parece que..., que sí, que juraría que tengo por ahí el teléfono de la gordita. Si se sonroja tanto es que algo sabe, qué duda cabe.
PD2.: Y encima, a lo mejor con un poco de suerte no me pide que me tunee el buga con un torito de osborne.
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